Comunicación y soledad
Sentirse solo en estas fiestas de fin de año es más común de lo que se piensa. Muchas veces la solución está al alcance de la mano y depende de tomar la iniciativa de comunicarse, en vez de concentrarse en sufrir.
Muchos esperan que otros los llamen, los inviten o les escriban y se sientan a pensar cómo es posible que no los recuerden en estas fechas tan importantes. No tienen conciencia alguna de que ellos hacen lo mismo con otros que esperan, como ellos, este contacto.
El problema se produce porque son muchos los que se quejan y pocos los que se comunican con los demás.
La tecnología actual ofrece numerosas formas de estar en contacto con las personas que necesitamos sentir cerca. A menos que desee sufrir y ser víctima, conviene aprovechar las oportunidades que nos ofrece el siglo XXI.
Los que tienen acceso a Internet pueden en esta fecha, saludar a todo el mundo, expresar sentimientos de agradecimiento a los que fueron buenos con ellos durante el año. Haga la experiencia de enviar a otros un regalo tan simple como es una fotografía significativa o una imagen cualquiera que les traiga un lindo recuerdo compartido, o una frase escrita desde el alma. Sentirá de inmediato cómo esa persona se acerca a usted y responde contenta. Y si no lo hace, igual usted se sentirá bien de iniciar ese acercamiento.
Los que no usan Internet pueden llamar por teléfono, invitar o visitar a quienes quieran ver en ese momento. Aunque parezca obvio, son muchos los que no lo hacen y se quejan de que los demás no se les acercan. Lo importante es tomar la iniciativa.
Hace unos años recibí en esta fecha un llamado telefónico de una persona que había conocido en el año y con quien no había mantenido ninguna otra relación más que el acogimiento en un momento de trabajo para ella difícil. Me dijo que había escogido eso como lo mejor de su año y quería agradecérmelo. Ella siempre hacía un gesto así para Navidad o Año Nuevo. Me sentí tan contenta, que nunca lo he olvidado, aunque no la he visto más.
He conocido personas sin hijos ni familiares que viven rodeadas de quienes los quieren, porque han construido el cariño con esfuerzo a través de la entrega y la comunicación. Otras en cambio, pertenecientes a numerosas familias, continúan solas porque no se preocupan más que de quejarse de lo abandonadas que están.
La comunicación, en general, es una acción que depende de dos: el que envía el mensaje y el que lo recibe y responde. También, de lo que se quiera comunicar y de la forma en que las cosas se expresan.
Si lo que dice es agresivo o hiere la sensibilidad de quien lo recibe indudablemente que su comunicación tendrá un efecto negativo y el próximo año, pasará estas fiestas igualmente sólo que ahora.
Comunicarse, con afecto, entregando atención a los demás antes de solicitarla de éstos es una buena forma de superar esta soledad, que depende en gran medida de la actitud personal y la iniciativa.