12.04.2005

Alimentos light: ¿realmente necesarios?

Comerse un plato de papas fritas o un enorme y cremoso pedazo de torta acompañado de una bebida light, es mucho más común de lo que uno pueda imaginarse.
La salud y la buena nutrición no es en apariencia lo que mueve a quienes consumen estos productos sino una moda, sistemáticamente alimentada por la publicidad.

Chile es el tercer consumidor de productos light en Latinoamérica. Según la “Radiografía del Consumidor” que elabora Latin Panel, el 53 % de los hogares de la Región Metropolitana tiene alimentos o bebidas light o diet en su lista de compras.

Preferir estos productos a los normales, normalmente más económicos, es una costumbre que se impone con las fuertes campañas realizadas por los medios de comunicación. El mensaje que se percibe en ésta al igual que los artículos que se hacen en torno a la forma de alimentarse, están principalmente dirigidon a ser flaco y no necesariamente a ser sano.

Bebidas, margarinas, yogur y todo tipo de alimentos se ofrecen en el mercado destacando estas cualidades. Y, como es bien visto estar a dieta, flacos y gordos, hacen régimen, sin consultar previamente a un profesional. Además, hasta los niños consumen productos dietéticos porque están siempre a mano en casa. Pocos toman en cuenta si los edulcorantes que estos consumen en un día sobrepasan o no los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud para que los afecten ya que en cierta cantidad podrían ser cancerígenos.

La responsabilidad que tienen los medios de comunicación en este tema es notable. Difunden como silueta ideal la de mujeres flacas. Las personas de talla mediana aspiran a lograr esta meta y muchas veces deterioran su salud.

Posiblemente algunos periodistas escriban crónicas al respecto, sin una formación adecuada sobre temas de nutrición pero lo más probables es que ellos no hagan más que obedecer a su editor que les solicita respaldar campañas que impulsan las empresas avisadoras del medio de comunicación con el fin de subir sus ventas.
¿Cómo proliferarían los productos dietéticos si la gente pusiera su énfasis en una nutrición equilibrada y no recibiera a cada rato los mensajes que las impulsan a consumirlos?
La verdad es que los consumidores muchas veces no tienen siquiera conciencia de que los productos light no siempre son bajos en calorías: pueden serlo en proteínas, hidratos de carbonos (azúcar y almidones), lípidos y grasas, o contener mayor cantidad de fibras.
Puede suceder entonces que para adelgazar compren pan dietético que no tiene menos calorías que uno corriente, sino mayor cantidad de fibra, por lo cual mejorará su digestión pero sin bajar de peso.
Valdría la pena pensar si debemos hacer caso en todo a lo que nos dicen los medios de comunicación que debemos comprar o si es mejor invertir ese dinero en verduras, frutas y pescados que nutren mejor y permiten mantenerse en forma sin llegar a extremos.