7.25.2006

La vida y el mundial de fútbol

Las situaciones de presión que viven las personas son las que muestran su verdadera naturaleza. Sus buenas y malas reacciones dejan a la vista en plenitud su esencia, sus actitudes inconscientes y reflejan cómo se desempeñarán en los negocios, en el trabajo y en sus relaciones humanas, en general, en los momentos de crisis.

Estos días hemos podido apreciar a través de los medios de comunicación, las distintas actitudes de los jugadores del mundial de fútbol disputado en Alemania y conocer a fondo su verdadera personalidad. Junto con ello, observar los prototipos humanos y la forma en sus acciones son apreciadas por la sociedad.

En medio de la tensión de los partidos pudimos observar empujones y golpes malintencionados, cabezazos de rabia que merecieron tarjeta roja en la final y pese a todo, el premio recibido por esos personajes. Igualmente, vimos simulación de faltas que no eran más que golpes casuales con la clara intención de engañar al árbitro. Todo ello mirado por un público sin capacidad de asombro como algo natural de estas contiendas. También, en el lado positivo, se pudo apreciar a jugadores que tendieron la mano para levantar del suelo a un contendor, después de un choque no deseado. Y abrazos de ánimo y comprensión entre los arqueros de equipos contrarios que pronto definirían el partido atajando o no los penales. En general, se pudo observar muchas acciones de bien y de mal que delatan el espíritu propio del ser humano.

Al final se constató cómo los que quedaron en segundo lugar y que al comienzo del torneo posiblemente no pensaban llegar a la final, estaban muy amargados por no ser primeros. Igualmente, observamos la euforia de los vencedores que creyeron de inmediato ser los mejores aunque el triunfo final por penales fue casi fruto del azar.

Todo lo que los seres humanos somos, pudo apreciarse en un simple campeonato de fútbol, mirando en la pantalla del televisor.