8.28.2005

Alimento poco tradicional para el espíritu

Aunque parezca increíble, los programas de cocina, antes considerados para personas de bajo nivel intelectual, constituyen hoy una de las opciones televisivas más cercanas a la alimentación del espíritu. A juicio de muchos, éstos producen cierto grado de relajación y permiten encontrar la paz interior, después de un día de tensión y ruido.
La falta de belleza o profundidad en la selección y tratamiento de temas menos concretos, es tan grande que no queda más que gozar mirando un sofisticado plato de comida. La variedad de ingredientes utilizada en su preparación es también mayor que la de los noticieros, series y otros programas de TV. Las alternativas son pocas y burdas, por eso hay que ver las clases de cocina o apagar el televisor.

La razón fundamental para mantener una programación de tan baja calidad no se relaciona con la preparación de los profesionales que la hacen. Ellos mismos han realizado otras mucho mejores. Aparentemente, ésta tiene que ver con la arraigada creencia de algunos ejecutivos de televisión respecto a la necesidad de guiarse por el ratting para ganar dinero. Aunque muchos sociólogos cuestionen la validez de estas mediciones, ellos las siguen al pie de la letra.

Formados para competir en el mercado, es evidente que para ellos la función social de los medios de comunicación, que permite el desarrollo cultural del país, es un tema pasado de moda. Hoy les inquieta otro factor económico, muy contundente: una masa con pocos recursos para comprar, como es la que sintoniza los programas y hace subir el ratting, no es el público objetivo ideal para quienes desean vender sus productos, porque no tienen los medios para comprarlos.

Este argumento tan frío, que empieza a inquietar a los ejecutivos de los medios, puede convertirse en una tabla de salvación para los chilenos y aunar una publicidad efectiva con un desarrollo que permita aumentar el nivel cultural y alcanzar el de otros países. Y esto no sólo se consigue aprendiendo a preparar una comida más sofisticada.